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El Proyecto HAARP se explica en este capítulo del libro "Vuelve la Atlántida", transmitido por Sirianos a Patricia Cori. Un proyecto tan negativo podemos transmutarlo neutralizándolo antes de que entre en el 100% de operatividad. ¿Cómo transmutar algo así? Tomando consciencia de que esto está sucediendo y combatirlo pacíficamente. Con nuestras consciencias, con nuestra visión amorosa y positiva del mundo. Ahí va el texto:CAPÍTULO
8
HAARP Y EL CAMPO ÁURICO
DE LA TIERRA
Teniendo en cuenta lo que os hemos enseñado sobre la resonancia y las
ondas mentales, ampliemos ahora el concepto para incluir la intención
de medir las vibraciones fundamentales de la Tierra y de sincronizarse
con ellas, la idea de alcanzar la resonancia con vuestra deidad planetaria
en su totalidad. Ella también vibra a frecuencias específicas, generando
reacciones químicas dentro de sus «neuronas», y también responde e
interactúa con la mente colectiva de los seres terráqueos y con las
deidades hermanas del cosmos. Recordad que todos los seres
conscientes que están sobre, dentro y por encima de la Tierra son
reflejos de esa vibración, del mismo modo que cada célula de vuestro
cuerpo es un reflejo vuestro... tal como cada partícula subatómica refleja
la célula y así sucesivamente... hasta el infinito. Siguiendo esta línea de
razonamiento «cósmico», debería pareceros plausible que si uno alcanza
resonancia a un nivel vibratorio tan insondable, la esencia misma del ser
físico de la Tierra podría ser alterada o manipulada para servir algún
propósito específico. Esto significa que cada ser vivo y cada componente
biológico de la Tierra (reflejos del cuerpo mayor) se verían entonces
igualmente afectados... y evidentemente esto es lo que está ocurriendo.
Usaremos como ejemplo un simple vaso de vino... el «cáliz». Al pasar el
dedo por el borde externo de la copa activamos su conciencia o energía,
produciendo una reacción a nivel subatómico. Aplicando la fórmula
correcta de presión, velocidad y pensamiento consciente (intención) a la
acción, uno puede hacer que el cáliz emita un sonido (una frecuencia
electromagnética) que refleje sus proporciones relativas, densidad y
dimensiones: su naturaleza física. Insistimos, uno podría alcanzar la
vibración correcta (eso que llamamos «resonancia» con las propiedades
físicas del cristal) que hiciera que el cáliz explotara o se rompiera en
pedazos..., alterando la forma de su existencia en materia física.
Los físicos son capaces de explicar en términos científicos que el sonido
producido por una frecuencia vibratoria sostenida puede hacer que una
estructura aparentemente fija cambie de forma. A través de vuestra
observación del operar de la energía, sabéis que esto es cierto, y sin
embargo la idea cuestiona de algún modo vuestras creencias esenciales
respecto a la naturaleza de la materia, particularmente la que
consideráis sustancia material «no viviente». A pesar de los avances
realizados por vuestra civilización con los ultrasonidos y otras tecnologías
relacionadas* las ondas sonoras y su capacidad de alterar la
materia tienden a permanecer en alguna categoría nebulosa de la mente
humana, anidando en las fronteras externas de vuestra credulidad. Tal
vez os resulte aún más difícil imaginar
que este ejemplo simplista es cierto para la totalidad del cuerpo de la
Tierra, tal como es válido para cualquier individuo que reside en el
universo material. Cualquiera (con intención luminosa u oscura)
determinado a producir una alteración global del cuerpo energético del
planeta o cualquier campo energético individual puede aspirar a tal
resultado... con sólo alcanzar esa medida mágica, la resonancia.
Considerad la magnitud de tal hipótesis —que la Tierra (el
macrocosmos) o cualquier ser humano (el microcosmos), como una
especie de copa de vino, son capaces de «emitir un sonido» o de ser
destrozados cuando se alcanza la fórmula vibratoria adecuada— y tal
vez entendáis la importancia de que estos conocimientos tecnológicos y
esotéricos nunca acaben en manos de los malintencionados. Por
desgracia, la intención de los alquimistas de Atlán era dominar la fuerza
gaiana (adueñarse de la incalculable energía geofísica del planeta), y
vuelve a ser el deseo último de los científicos de vuestros días, de los
que sirven a la élite de poder. Su entendimiento excede con mucho al de
sus predecesores, aunque el dominio de los antiguos de las propiedades
electromagnéticas de la Tierra, de las energías elementales y de la
mente humana eran muy superiores. Os estamos diciendo que la
intención de la nueva generación está tan absolutamente enfocada en
dominar los poderes destructivos que pueden liberar sobre vosotros que
sobrepasa en años luz los desviados esfuerzos del sacerdocio oscuro. Ahí
radica el peligro... porque, como bien sabéis, es la intención enfocada de
cualquier pensamiento o acción lo que determina su resultado. Este es el
fundamento de toda manifestación y ahí es donde vosotros, los
trabajadores de la luz de Gaia, debéis poner vuestras energías. En esos
paisajes —los campos fértiles de vuestra imaginación— la lente mental
crea el mundo físico en el que seguís residiendo, y vuestro enfoque
determina cómo os movéis dentro de él Unidos, el poder de vuestros
pensamientos enfocados y el amor que manifestáis en todas vuestras
acciones, palabras y expresiones pueden desviar las fuerzas de la
oscuridad y neutralizar sus intenciones. Teniendo en cuenta que os
hemos hablado del emerger y de la caída de las civilizaciones humanas,
no debería sorprenderos que ahora, cuando vuestro huidizo progreso
tecnológico vuelve a su punto álgido, hayáis alcanzado el umbral
tecnológico en el que lo romperéis todo para volver a empezar de nuevo.
Sin embargo, esta vez es diferente de la anterior, cuando desarrollos
parecidos llevaron a la Atlántida al fondo de los mares. En esta ronda
evolutiva de los acontecimientos humanos y planetarios, el Gobierno
Secreto se encuentra a sólo un paso de dominar la energía de Gaia: una
fuerza inconcebible para vosotros como unidades individuales del gran
ser cósmico. Esta vez, tienen verdaderamente los dedos en el pulso de
la Madre Tierra y, reiteramos, la intención enfocada que se requiere para
manifestar tal resultado. Ahora, sólo un instante cósmico antes de
vuestra ascensión de la tercera dimensión —vuestro salto hacia reinos
superiores—, están determinados a alterar el cuerpo físico-emocionalmental
del planeta hasta un punto que muy bien podría interferir con su
proceso. Están muy cerca de tener éxito... allí donde antes fracasaron.
Este punto crucial señala como ningún otro el enfrentamiento de fuerzas
polares extremas, que alcanzará su resolución en la siguiente etapa de
la evolución terrestre. Esta fase es diferente a cualquier otra en los
millones de años de existencia de Gaia porque se trata de una
ascensión. El planeta ha evolucionado hasta este punto de su progreso
espiritual y las fuerzas oscuras saben que su hora de gobernar se está
acabando. La Tierra va a traspasar las cuerdas astrales de vuestra
Deidad Solar y a entrar en la cuarta dimensión. Está escrito en el
Akasha, ha sido visto en el no-tiempo. Sin embargo, enredar en el
cuerpo vibratorio de Gaia puede afectar a ese proceso de modos que
podrían crear una destrucción y un sufrimiento inimaginables para todas
las formas de vida que habitan en su superficie y también las del mundo
interno.
El enfrentamiento entre los extremos nunca ha sido mayor que ahora, y
todos vosotros estáis empezando a sentir la aceleración. Estáis siendo
atraídos, empujados, entumecidos, activados, manipulados y ayudados
como nunca antes. Recordar que no hay nada que temer os ayudará a
permanecer impasibles en la noche de su oscuridad. Nunca olvidéis que
cuanto mayor sea vuestra luz colectiva, más luminosa se vuelve la
oscuridad. Vosotros, amorosos seres de Gaia, habéis venido a anclar la
luz que se necesita ahora, y os estáis preparando para ello en planos
personales y planetarios. Nosotros y otros miembros de la Federación
Galáctica hemos venido a proporcionaros la información que se os ha
ocultado para que podáis operar en la luz del conocimiento y avanzar.
Nos ocuparemos de las fuerzas controladoras que trabajan para alterar
la frecuencia terrestre y lo que podrían significar sus actividades a nivel
personal, planetario y galáctico. Actualmente se están llevando a cabo
experimentos similares a los que condujeron al final de la Atlántida en
un complejo laboratorio militar que opera en las tierras nevadas de
Alaska, el hogar del Proyecto HAARP. Las áreas de pruebas de las
instalaciones experimentales HAARP albergan un complejo laberinto de
antenas diseñadas para transmitir niveles inimaginables de ondas de
radio del extremo superior del espectro hacia la ionosfera del cuerpo
etérico de la Tierra —calentando artificialmente la parte alta de la
atmósfera— por razones que os van a sonar, en el mejor de los casos,
como ciencia ficción. ¿Cómo podría ser de otra manera? ¿Qué
explicación racional podría hallarse para alterar los campos energéticos
naturales de la Tierra... especialmente en un momento en que la parte
baja de la atmósfera —la capa de ozono— ya ha alcanzado su «punto de
rotura»? Sin embargo, esto está lejos de ser ficción, queridos. Esto es la
realidad en el presente de vuestras vidas físicas. Es el emerger de la
Atlántida oscura. Tened en cuenta que existen muchos niveles de control
e información errónea operando en vuestro mundo. La jerarquía oscura
que actualmente preside la Tierra es estimulada por los Annunaki,
antecesores de la élite de poder o Gobierno Secreto. Ellos, gestores
invisibles del poder de vuestro reino terrenal, son quienes establecen las
reglas, quienes ponen los jugadores en las posiciones apropiadas sobre
el tablero de vuestro mundo: un paisaje marcado por fronteras imaginarias
que han sido diseñadas para parecer países separados y hacer
que el juego sea más intrigante y controlable. Los líderes
gubernamentales, que en apariencia guían y dirigen las estrategias
militares, económicas y políticas de vuestras sociedades, son meros
títeres en el juego... y lo saben. Entienden lo suficiente de la naturaleza
estructural del control para hacer lo que se les dice..., para hacer lo que
los cargos del poder ilusorio tienen asignado que hagan. Como
contraprestación por su obediencia, reciben grandes gratificaciones para
sus egos, intensos estímulos de sus chakras inferiores y un lugar en la
historia contemporánea. Aquellos que verdaderamente se atreven a
producir cambios, olvidándose de que hay una estructura de poder a la
que deben rendir homenaje, acaban siendo eliminados. Son los líderes
por la paz asesinados, los desarmados y desgraciados que trabajan por
la libertad de la humanidad, así como por la resolución pacífica de los
conflictos globales y del sufrimiento humano. De visión preclara y
voluntad determinada, son los inconformistas que se niegan a ser
«jugadores de equipo» sobre el tablero de juego del poder. Ellos os
llaman a ser grandes, recordándoos de lo que sois capaces... y cuáles
son vuestros
derechos. Estimulan todo lo que es «noble» en vosotros, fortaleciendo
vuestra conciencia de que el amor, la libertad y la verdad son vuestros
derechos de nacimiento. En esencia, os animan a rebelaros contra el
dogma y la jerarquía de los sistemas de control, animándoos a uniros.
Os alejan de los túneles oscuros, guiándoos siempre hacia la luz.
Teniendo en cuenta lo que os hemos dicho sobre los arquitectos del
poder, debería quedar claro por qué las voces brillantes de entre
vosotros son etiquetadas de «peligrosas» y silenciadas rápidamente.
Pero no desesperéis por la pérdida de vuestros héroes. Ellos tienen un
pacto kármico que aceptaron antes de venir a sus respectivas
encarnaciones. No debéis sentir pena ni sufrir cuando se van, porque os
siguen guiando desde otras dimensiones. Dejan su marca e inspiración
en la humanidad, mientras continúan trabajando para vosotros en otros
planos, y esas improntas son importantes... porque son vuestra
esperanza. No sintáis miedo de haber perdido sus mensajes.
Durante milenios del tiempo terrenal, incontables trabajadores de la luz
han tenido que operar en las sombras para evitar ser perseguidos por el
poder; ésta es una realidad registrada a lo largo de toda vuestra historia
escrita y mucho más allá. Pero ahora, en este momento de resplandor
revolucionario a lo largo de vuestro sistema solar, un creciente número
de vosotros está dando el paso hacia la luz directa del liderazgo,
trabajando por el bien de la Totalidad. Nada puede deteneros... a menos
que os olvidéis de abrazar a vuestro hermano, abandonando toda
conciencia egoísta y extendiendo la luz desde ese lugar de unidad e
intención enfocada.
En cuanto a la jerarquía y su cadena de mando, observamos que
algunos militares selectos y científicos que trabajan a las órdenes del
gobierno están vinculados directamente con el Gobierno Secreto,
dejando a un lado las figuras de los jefes de estado. Estas figuras clave
transmiten seguidamente sus órdenes al segundo nivel. Se trata de
individuos bien entrenados en la supervivencia y centrados en el poder
que creen realmente en la necesidad de poseer armas y de estar
siempre alerta contra el «enemigo» omnipresente; son ésos que creen
en su «patria» y su nación única, inconscientes de que sólo existe un
Comité Gobernante en el planeta Tierra.
La propaganda pro HAARP procedente de estos dos niveles del
estamento militar presenta el proyecto como una empresa científica
relevante a nivel global, cuya intención es facilitar una mayor
comprensión de la atmósfera terrestre y del calentamiento global y, a
ese nivel del protocolo, lo creen sinceramente. Su comprensión del
proyecto se basa en preocupaciones muy reales con respecto a las
alteraciones de la ionosfera y su efecto potencialmente dañino sobre las
comunicaciones militares globales y los satélites supervisores. Ese es su
«trabajo»; son entrenados para recibir los informes y para acatar órdenes
sin cuestionarlas.
Lo que no menciona el Nivel Uno de la jerarquía militar es que una de
las aplicaciones encubiertas del Proyecto HAARP es la creación del arma
definitiva, la que pondrá a todo el planeta de rodillas. Cuando esté
completamente activado, el HAARP les permitirá manipular vuestro
clima, controlar las comunicaciones y la vigilancia globales, reconstruir la
trama electromagnética que antiguamente rodeó completamente la
Tierra y restablecer el dominio total sobre la personalidad humana
(fácilmente afectada por los cambios en la presión atmosférica, la falta
de luz solar y las frecuencias electromagnéticas alteradas).
La guerra geofísica —el dominio de las fuerzas de la Tierra como fuente
de poder— puede alterar el clima en determinados puntos del planeta,
causar daños en las corrientes
oceánicas, desviar y alterar los sistemas de comunicaciones y atontar a
poblaciones enteras. Por diabólico que esto suene, ¿es más impactante
que la creación y la detonación de la bomba atómica? Nunca olvidéis que
la devastación nuclear fue producida por los profetas del Nuevo Orden
Mundial hace tan poco tiempo que los ancianos de entre vosotros aún
conservan el recuerdo.
No es ninguna sorpresa que los medios de comunicación raras veces
alteren esta área de vuestros recuerdos porque, en esa ocasión (ataque
nuclear sobre los supuestos enemigos del mundo «libre») los «buenos»
eran los villanos... y ése no es el tipo de toma de conciencia que el
poder quiere estimular en vuestra conciencia grupal. Comparad la
exagerada proporción de propaganda anti Hitler con el mínimo de relatos
y descripciones de la venganza de los Estados Unidos sobre los seres
vivos de Hiroshima y Nagasaki, y os daréis cuenta de que es así. La
verdad está velada por la «autodefensa» —la errónea justificación de
todo abuso de poder— que os repiten los perennes arquitectos de la
guerra que se libra en la inocente Tierra.
Aun así, ni siquiera el más alto escalafón militar tiene acceso a la verdad
respecto al HAARP —su enormidad— y tampoco serían capaces de
imaginarla... porque, a diferencia del círculo interno de la élite de poder,
ellos no son del linaje Annunaki.
¿Qué es exactamente la ionosfera? ¿Y por qué vosotros, residentes de
Gaia, deberíais preocuparos por lo que se está perpetrando allí fuera, a
cientos de kilómetros sobre la superficie? La capa externa del campo
terráqueo, que ocupa una banda situada entre sesenta y ochocientos
kilómetros por encima de la superficie física, está compuesta por
partículas cargadas positiva y negativamente (conocidas en términos
científicos como iones y protones), que son manifestaciones de las
emanaciones de vuestro sol por todo el extenso cuerpo de vuestro
sistema solar. Puede ser descrita óptimamente como plasma, una forma
de energía común en el universo material que sirve para escudaros
contra los rayos infrarrojos de vuestra Deidad Solar, regulando la
cantidad de energía calorífica que llega a vuestro planeta.
Esta capa de plasma del ser terráqueo es de particular interés para las
telecomunicaciones comerciales y militares, puesto que puede reflejar o
absorber señales de radio. También es capaz de amplificarlas y
distorsionarlas. Este nivel externo de las capas entrelazadas de la
atmósfera escuda a la Tierra de la radiación, de las frecuencias dañinas
y de otras emanaciones mortales procedentes del espacio. Sin embargo,
creemos que su propósito superior para las formas de vida terrenales, y
especialmente para vosotros, hijos de las estrellas, es filtrar el bombardeo
producido por la energía espacial profunda que produce
alteraciones en el ADN de todos los seres vivos del planeta... dejando
pasar hacia el ser físico de la Tierra únicamente aquello que es
apropiado para su evolución.
Como ciudadanos ecológicamente concienciados del planeta Tierra, sois
muy conscientes de que los gases industriales, las emisiones de los
automóviles y otros productos de deshecho han dañado seriamente la
capa de ozono. Los agujeros o lágrimas existentes en esta capa de los
escudos energéticos protectores de la Tierra os han sido señalados,
aunque todavía se os niega la verdad respecto a la gravedad de la
situación. En estas regiones donde se ha producido el agotamiento del
ozono, estáis experimentando la penetración directa en la Tierra de
niveles peligrosos de rayos ultravioleta (UV y las ondas UVB,
que son aún más dañinas), lo que está haciendo pagar un precio a la
biosfera y a todos los seres vivos de vuestro mundo.
Contemplamos el agotamiento de vastas áreas de fitoplancton en
vuestros mares, las formas de vida productoras de oxígeno que forman
la base de vuestra cadena alimenticia oceánica. Este es un aspecto poco
publicitado de la que debería ser una de vuestras preocupaciones más
urgentes en la Tierra, un factor fundamental para la supervivencia de
vuestros mares... así como de los cielos que están sobre vosotros. Si
vuestro planeta ha de conservar su atmósfera, el equilibrio entre el mar,
la tierra y el cielo debe restablecerse dentro de la presente década. La
proliferación de combustibles de carbono y el envenenamiento de los
mares deben ser corregidos ahora.
La alteración de la ionosfera es aún más devastadora que la radiación
ultravioleta, porque éste es el punto de entrada. Esta capa sirve de
barrera para proteger y nutrir el cuerpo físico de Gaia, y forma parte
integral de su equilibrio en todos los sentidos de la palabra. El mayor de
los peligros es la destrucción de la ionosfera (no los agujeros de la capa
de ozono). Una rasgadura allí puede acabar produciendo una reacción
biológica y química en cadena que erradicará para siempre todas las
civilizaciones de vuestra especie no subterráneas de la faz de la Tierra.
Como vosotros, Gaia —la deidad viva— es un ser multi-dimensional, con
aspectos y cualidades que se manifiestan a nivel físico, emocional,
mental y astral. Su aura, la «atmósfera», está (como la vuestra)
igualmente compuesta de varias «capas» que se interpenetran e
interactúan, comportándose de manera muy parecida al aura humana.
En el caso de la Tierra, vuestra comunidad científica ha estudiado y
analizado el aura, delineando ciertas capas, aunque no existen fronteras
separadoras, como la capa de ozono, la atmósfera y la alta atmósfera o
ionosfera.
Los científicos aún se muestran renuentes a reconocer estos campos en
los seres humanos, mientras que los conscientes de entre vosotros
comprendéis que estos aspectos pueden ser percibidos como los cuerpos
mental, emocional y astral, aunque ciertamente la cuestión es mucho
más compleja que eso. La conciencia —la inmensidad de la existencia—
desafía cualquier descripción finita y la terminología fija, pero estamos
obligados a usarlas para poder elucidar nuestras teorías y comunicar con
vosotros en términos que os sean familiares.
Los cuerpos de Gaia (su campo áurico) se extienden cientos de
kilómetros más allá de sus límites físicos, y es a este nivel donde se
están produciendo los cambios más significativos. Tal como vuestra
comprensión del campo áurico humano os ha llevado a reconocer que la
enfermedad y la desarmonía se originan en este campo, esto también es
cierto para la Tierra, vuestra Deidad Solar y todas las demás entidades
conscientes que pueblan el universo. Esta es la base de la realidad física.
Es necesario que entendáis esta ley fundamental de la existencia antes
de que podamos describir adecuadamente la naturaleza de la resonancia
de la Tierra, y cómo la desarmonía en su campo áurico (desde las capas
bajas de la atmósfera hasta los límites externos, la ionosfera) puede
producir grandes alteraciones sobre la superficie y dentro del cuerpo
físico de la Tierra.
Por lo tanto, basándonos en lo que os hemos contado sobre frecuencias
electromagnéticas y ondas resonantes, os pedimos que imaginéis un
arma suficientemente poderosa para afectar a toda la civilización global
—el planeta mismo—, y comprenderéis por qué las bombas y los
arsenales militares están tan anticuados para los militares como los
tinteros y plumas lo están para los escritores de la generación del
ordenador.
Imaginad lo que se podría hacer si la comunidad científico-militar
consiguiera la resonancia con todo el planeta...: usar
la Tierra para, en sentido metafórico, quebrar el vidrio. Aquí sugerimos
que lo que se está llevando a cabo en Alaska es un plan de estas
características: se trata de hacer estallar el campo áurico de la Tierra, la
ionosfera, emitiendo suficientes giga-vatios de frecuencias de radio del
extremo superior del espectro para alterar su ser etérico: sus cuerpos
mental, emocional y físico. Vosotros, criaturas de la Tierra, también
quedaréis alterados, porque sois el reflejo de la Diosa y estáis sometidos
a las leyes que gobiernan su ser.
En The Cosmos of the Soul, os pedimos que considerarais la cuestión
siguiente: ¿Qué ocurriría si quien determina el ritmo vibratorio es de
intención oscura? Supongamos que uno o más individuos, que podrían
controlar a los demás para su beneficio personal o político, tuvieran la
intención de imponer algún tipo de estímulo mental que produjera otro
tipo de consecuencia: una frecuencia predeterminada pensada para
crear ciertos cambios químicos deseados dentro del receptor?
Los líderes militares, las marionetas Nivel Uno de la élite de poder, creen
que están trabajando en el arma perfecta, diseñada para controlar los
enormes poderes de Gaia en contra de un «enemigo» elusivo, con la
intención de mantener a la población bajo control. Y esto es cierto a ese
nivel, porque en este proceso se hallan involucrados muchos niveles de
operatividad y de intención. Ellos están perfeccionando el arma de armas
y tienen razón al creer que su control encubierto y subliminal sobre
vosotros se intensificará enormemente, pero esto no es nada si se
compara con las consecuencias de manipular el escudo: la ionosfera del
campo áurico de Gaia.
Escuchad con cuidado.
Todas las armas de destrucción actualmente conocidas en vuestro
mundo —los arsenales nucleares, armas químicas y biológicas, los
sofisticados aparatos espaciales y los misiles «inteligentes»— van a
quedar completamente obsoletos cuando el HAARP esté plenamente
operativo. No querréis saber lo que producirá cuando se encuentre a
plena potencia. La acumulación de estas emisiones electromagnéticas, la
frecuencia que alcanza la resonancia con el wam de Gaia, es el detonador
que resquebrajará el retórico vaso de vidrio. Causará, sin duda,
alteraciones inimaginables sobre la superficie de la Tierra y dentro de
ella, trastornando toda vida que allí habita. Además, reiteramos: podría
muy bien interferir con vuestro proceso de ascensión —vuestro tránsito
a través del vórtice— tal como hemos descrito en anteriores
transmisiones.
Muchos de vosotros habéis empezado a investigar y divulgar información
a los buscadores de la verdad para que se sepa lo que puede provocar el
HAARP si se le permite seguir adelante. Muchos otros no habían oído
hablar de este proyecto hasta ahora, porque allí, en las heladas tierras
de Alaska, está suficientemente lejos para evadir una investigación a
gran escala, y eso es deliberado.
Una conciencia global del proyecto —la investigación de la población
concienciada— alteraría el desarrollo de los experimentos que se están
llevando a cabo actualmente en la atmósfera y bajo tierra. Pero debéis
saber del HAARP para entender de qué modo el Gobierno Secreto trata
de manipular radicalmente la energía de Gaia, tal como sus antecesores
lo intentaron con la Ultima Generación. Debéis estar la corriente de lo
que se está emitiendo desde los blancos campos nevados de ese
laboratorio relativamente desconocido. Tenéis que conocer, hijos de las
estrellas, los peligrosos designios que se están trazando una vez más
sobre el planeta Tierra, tal como ocurrió entonces..., en los días oscuros
de la Atlántida.
Allí, en las tierras remotas de la heladora tundra de Alaska, los
científicos militares están generando una potencia
mortífera que puede hacer estallar la ionosfera de vuestra atmósfera
terrestre emitiendo lo que se mediría (en vuestra terminología) como
cien mil millones de vatios de frecuencia de radio del extremo superior
del espectro. En sus experimentos, desconocidos para la mayor parte de
la población humana, ya están operando al 8-10% de esa fuerza colosal.
Han estado incrementando activamente la carga dirigida hacia la
ionosfera y ya están trabajando con más frecuencias de radio de más de
ocho mil millones de vatios.
El objetivo fundamental del proyecto es el calentamiento deliberado de
la ionosfera (de manera muy parecida a cómo el horno microondas
calienta vuestra comida). Su intención es estimular los iones de la parte
alta de la atmósfera en un intento de manipular ciertas reacciones
electromagnéticas, reacciones de especial interés para el poder y que,
según los Annunaki, son una absoluta necesidad para el futuro de
Nebiru.
A lo largo de estos años habéis tenido ocasión de ver el efecto del
HAARP sobre vuestro mundo. Nos estamos refiriendo de manera especial
a los años 1997 y 1998 del calendario terrestre, cuando la emisión
HAARP se incrementó sustancialmente, elevando de manera anormal la
temperatura de la ionosfera. La respuesta de Gaia se extendió
violentamente sobre su superficie en forma de volcanes, inundaciones,
tornados, sequías y pestilencia. La comunidad científica «libre», que no
posee información de los experimentos encubiertos que se están
llevando a cabo en Alaska, explicó esta catástrofe sin precedentes como
«el efecto El Niño», explicación que la población humana en general
aceptó como un fenómeno natural.
Es cierto... que eso que vuestra comunidad científica ha identificado
como efecto El Niño ha existido desde hace tiempo como fenómeno
geofísico terrestre; no queremos indicar que esto no es así. Más bien, lo
que hemos observado es que su fuerza y, consecuentemente, sus
manifestaciones, han quedado exacerbadas por la alteración humana del
cuerpo áurico de la Tierra: el calentamiento global, las emisiones
tóxicas, la extensión de residuos químicos y bacteriológicos, los
pensamientos negativos de la conciencia colectiva humana y la fuerza
creciente con que el HAARP bombardea las capas altas de la atmósfera
terrestre.
Existen otros signos..., extraños accidentes que ya no pueden explicarse
como «naturales». Habéis empezado a ver rayos que aparecen en el
cielo sin nubes, causando pavorosas e «inexplicables» reacciones
eléctricas en vosotros. Habéis oído que grandes pedazos de hielo están
cayendo de la nada, golpeando las calles de vuestras ciudades como si el
cielo quisiera vengarse.
Otros, los más sensibles de vosotros, estáis sintiéndoos molestamente
«electrificados» como si alguna corriente sutil os recorriera desde la
coronilla hasta la planta de los pies y, en ciertas áreas de Norteamérica,
eso es exactamente lo que está ocurriendo. Ésta es una de las
capacidades del Proyecto HAARP, cuyas emanaciones sobre ciertas áreas
geográficas específicas puede interferir y desviar la energía kundalini que
asciende desde los chakras inferiores por los caminos laterales de
vuestros meridianos: los canales de energía Ida y Pingala. Es un modo
de manteneros bloqueados en los chakras inferiores... ¿y no sería ésa la
intención de quienes quieren adueñarse de vosotros?
Para los científicos HAARP —los administradores de más alto nivel—, sois
animales de laboratorio y vuestras jaulas (los campos electromagnéticos
de Gaia) son mucho más interesantes que los seres humanos
individuales y otras formas de vida que sufrirán sus efectos. Por lo tanto,
preparaos... porque esto sólo es el comienzo de las extrañas
alteraciones y sufrimientos
que pronto serán habituales para vosotros, a medida que la presión
aumente en la olla de las capas altas de la atmósfera terrestre. Sólo es
el principio...
Queremos que consideréis con mucho cuidado lo que os estamos
diciendo antes de reaccionar a ello... desde un lugar de serenidad y
calma. Deseamos provocaros para que empecéis a plantearos preguntas,
a prestar más atención, para que os atreváis a hablar. No es nuestra
intención molestaros, sino estimularos, porque ahora es de la máxima
importancia que tengáis una mayor conciencia de lo que ocurre a
vuestro alrededor. Esto es lo que se requiere de vosotros si realmente
queréis cambiar vuestro mundo y participar como seres conscientes en
la evolución dinámica de vuestra sociedad, de vuestro mundo y de la
galaxia.
Y lo más importante es que se trata de vuestra liberación.
Desde nuestro punto de vista, observamos que el verdadero propósito
del HAARP es inmensamente mayor de lo que os hemos descrito hasta
ahora, y queremos compartir esta información trabajando sobre las
ramificaciones de esta tecnología mortal para vosotros... ciudadanos del
planeta Tierra.
Reiteramos que el Gobierno Secreto, en este tiempo de cambio
revolucionario en la conciencia de Gaia, está determinado a identificar la
vibración que puede hacer que el ser de la Tierra resuene como un cáliz
y comience a emitir su música: esa vibración electromagnética que
indica su wam o nota del alma. Por más fantástico que os parezca, ellos
están tratando de conseguir la resonancia con Gaia y utilizar las
enormes energías y el gran poder que se liberarían para mucho más que
conseguir el simple dominio global o manipular el espíritu humano.
Sugerimos que lo que está detrás del proyecto, la intención del poder, es
controlar esa enorme fuerza geofísica mediante el dominio de las
frecuencias electromagnéticas del planeta, gobernando de paso todas las
formas de vida y obteniendo el completo sometimiento de la Tierra,
Creen que cuando hayan dado con el latido electromagnético, las oscilaciones
de los pensamientos y la canción del alma de Gaia, podrán
establecer resonancia entre la Tierra y Nebiru: una conexión cósmica tan
intensa que ambos seres quedarán inexorablemente vinculados a través
del no-tiempo de su existencia.
¿Por qué? Su desviado plan es crear un vínculo vibratorio tan poderoso
que la Tierra atraiga a Nebiru, sacándolo de su curso galáctico por el
gélido espacio y haciéndolo pasar por los túneles astrales de vuestra
Deidad Solar cuando la totalidad del sistema ascienda. Y están
avanzando peligrosamente, porque esto no es tan imposible como os
pudiera sonar, habitantes de la superficie de un cuerpo planetario en el
espacio material Para quienes han dejado atrás la experiencia de la
individualidad (la ilusión de separación), la idea de que los cuerpos
celestiales están separados también es extremadamente limitada. En
Todo-Lo-Que-Es no existe verdadera separación, porque todo está
vibratoriamente ligado e interrelacionado. Por lo tanto, aunque esta
descripción de una vinculación planetaria puede rayar en lo ridículo para
la mayoría, nosotros confirmamos que es absolutamente posible pensar
en estos términos y aspirar a tal grandeza cósmica.
Vuestra raza, dirigida por los Annunaki, ha alcanzado esta fase de
desarrollo. Os recordamos que encontrar un hogar estelar ha sido el
objetivo de los nebiruanos desde aquellos tiempos remotos de cambios
celestiales en que fueron sacados de Sirio. No debería sorprenderos que
ahora estén poniendo todo tipo
de frenos, en el momento del ascenso de vuestra Deidad Solar a la
cuarta dimensión. Es ahora o nunca.
Al final de la Atlántida, los señores Annunaki intentaron establecer este
mismo tipo de vínculo energético entre los dos planetas, porque este
plan estaba orquestado desde hace mucho tiempo. Fue esta
experimentación con las fuerzas primordiales de la Tierra la que causó el
hundimiento de todo un continente, la que hizo que hubiera tsunamis e
inundaciones en la mayor parte de vuestro mundo: la noche oscura del
invierno sin sol durante largo tiempo sobre la faz de la Tierra. Si los
atlantes hubieran trabajado con el tipo de dispositivos que se están
utilizando en las instalaciones HAARP, los resultados podrían haber sido
muy, muy distintos.
-Ó
¿Qué sucedería si se llegara a esta situación inimaginable, si se
consiguiera la vinculación planetaria entre Gaia y Nebiru? ¿Qué
significaría eso para los residentes de la Tierra, humanos, animales y
plantas?
Es esencial que comprendáis el proceso kármico. Nebiru, el vagabundo,
ha elegido evolucionar mucho más lentamente que los seres planetarios
de vuestra Deidad Solar. Ese planeta no puede alcanzar la ascensión
simplemente deslizándose en la longitud de onda terráquea, porque eso,
finalmente, es de lo que estamos hablando aquí. Todos venimos a
«hacer el trabajo»; ni siquiera los grandes seres celestiales son una
excepción al Plan Divino. No existen atajos en nuestro retorno a Todo-
Lo-Que-Es. Este es el camino y la gloria del Espíritu.
Sin embargo, más vale que el HAARP sea desarmado antes de que los
científicos, con sus confusos experimentos (su abuso demente de las
energías terráqueas), produzcan más alteraciones del cuerpo áurico de
vuestro planeta. A medida que vuestra Deidad Solar se prepara para su
ascensión, las tormentas, llamaradas solares y explosiones han de ser
procesadas en la ionosfera, el ser externo de Gaia, y estos sucesos son
aspectos esenciales tanto de su conversión como de la vuestra. Son
manifestaciones vitales de la mutación de la materia —reflejos de la
deidad consciente— y ahí no deben producirse interferencias de los
perversos técnicos del control.
Vuestra rebelión puede anular a los transmisores... pero debe hacerse a través
de la resistencia pacífica, porque de otro modo el poder encontrará la
excusa que necesita para destruiros. Vuestra mente colectiva —la
conciencia enfocada de muchos— puede desviar el bombardeo
energético y remediar la desarmonía a cualquier nivel. Vuestra fuerza es
vuestra claridad, unidad e intención. Tratad de revelar lo que se
encuentra oculto y contad la verdad a todos los que estén dispuestos a
escuchar.
A través del ruido electrónico y el zumbido de sus dispositivos de
control, la Diosa lucha por oír el pulso del Corazón Uno, la voz de
vuestras almas. Tenéis que moveros con más rapidez que nunca, porque
falta un minuto para la medianoche y no todo está en paz en el planeta
Tierra.
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