Al escribir un texto, debe existir un equilibrio entre mantener las formas y el empleo de recursos informales (como puede ser usar varios signos de admiración seguidos, u otros). Lo importante es lograr una comunicación clara y comprensible de lo que pretendemos expresar, ya sean ideas o emociones. Comenzaré mostrando unos ejemplos del uso informal del lenguaje, tras los cuales vendrá una breve reflexión.
Tres ejemplos muy diferentes entre sí:
Primer ejemplo: El uso de varios signos de admiración o de interrogación seguidos. Frases como: marcaron tres goles en el tiempo de descuento!!!!!, o bien: descubren que Zapatero es transexual!!!, o incluso: es esto un milagro??? Esta costumbre se ha popularizado con las modernas tecnologías (SMS a través de los móviles, conversaciones y posts en internet).
Segundo ejemplo: Recursos improvisados como el doble paréntesis o las comas suspensivas. Frases como: aún no se ha encontrado vida fuera de nuestro planeta ((pero ya se encontrará antes o después, podéis creerme)) o bien: mañana tengo examen,,, El doble paréntesis puede indicar que es un susurro, o una aclaración light, de escasa importancia; puede usarse para cambiar el tono y pasar de la formalidad del texto principal, a la informalidad de una confidencia que hace el autor. En cuanto a las comas suspensivas, no veo gran diferencia con los puntos suspensivos pero puede resultar estético para algunas personas, o indicar un pequeño énfasis o emoción sobre lo que se dice.
Tercer ejemplo: La ñ. La letra ñ ya forma parte del lenguaje formal, pero hace siglos su uso era tan informal como los dos ejemplos anteriores. Los escribas abreviaban la doble n poniendo una sola n acompañado de una rayita ondulada encima, por ejemplo annus podía acortarse escribiendo añus, que fue evolucionando hasta el término que actualmente conocemos: año. La ñ era en un principio algo informal, pero era tan práctica que su uso fue formalizándose hasta que se convirtió en el uso normal. Os dejo un link por si os apetece leer sobre el origen de la ñ.
Hay cientos de ejemplos más, pero con los tres mencionados ya nos hacemos una idea de los usos informales del lenguaje. Lo interesante es ser capaces de comunicar nuestras ideas o emociones, de modo que nuestros interlocutores nos entiendan. Personalmente no soy partidario de ser demasiado rígido, pues el lenguaje está evolucionando constantemente, pero sí debe haber un equilibrio entre el uso de los recursos informales y el lenguaje formal, pues sin este equilibrio dificultamos la claridad de la comunicación. Así pues, con casos como los del primer ejemplo, el uso excesivo de signos de interrogación o de admiración pueden resultar pesados, incluso dificultar una lectura normal del texto. En cambio no me parece mal un uso aislado de este recurso. Por ejemplo, un artículo cuyo texto es titulado ¡¡¡ La SGAE decide disolverse !!! me parece aceptable si el resto del artículo está escrito correctamente. El uso de este recurso en el título puede servir en este caso para enfatizar la intensidad o emoción con que se expresa la noticia. Por otro lado, un texto plagado de abreviaturas típicas de los SMS puede resultar cansado e incluso aburrido de leer.
Por eso estoy a favor de ser flexibles en el uso del lenguaje, pero aplicando nuestro sentido común. ((Espero haber sabido expresar mi punto de vista jejeje))
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